martes, 4 de junio de 2013

DESARROLLO

1.1 UN BREVE PASEO POR LA HISTORIA DE LA RED

Entre 1966 y 1969, se dio luz verde a un proyecto que se materializo en la creación de una red de computadoras denominada ARPANET, considerada únicamente la semilla que acabaría dando lugar a internet. La red ARPANET enlazaba dos universidades de California, el instituto de investigación de Stanford y la Universidad de Utah.
            Ya en la década de 1970, los descubrimientos surgen y son muchas las redes que proliferan, pero estas no pueden conectarse entre ellas por estar basadas en diferentes protocolos para la transmisión de datos.
Este problema se solucionaría con el advenimiento de uno de los inventos cruciales para la creación de la www: el protocolo de control de transmisión o TCP.



Pero internet como tal, cuyo nombre corresponde a la abreviatura de Interconnected Networks (redes interconectadas), nace en 1982, cuando ARPANET adopta como estándar el protocolo TCP/IP.
Un año más tarde, la red se escinde de la agencia militar que la había auspiciado y, de este modo, la década de 1980 ve cómo internet  se expande a pasos agigantados: se crea el protocolo FTP para la transferencia de ficheros, el sistema de nominación de dominios (DNS) la red llega a Europa y se efectúan los primeros actos de sabotaje por parte de los temidos hackers (piratas).
La década de 1990 se inicia con un avance capital para la aproximación de internet a los usuarios no especializados: la World Wide Web, una manera fácil e intuitiva de interactuar con la red basada en el concepto de hipervínculo y desarrollada por Tim Berners-Lee, investigador del  instituto de física del CERN de Ginebra. Responsable también del protocolo HTTP y del lenguaje HTML, se considera a Berners-Lee la figura clave del advenimiento, en el año de 1995, de la consolidación definitiva de la red.
A partir de entonces, usuarios de todo el mundo se incorporaron de forma masiva a esta gran telaraña de la información, y en los años sucesivos se desarrolló enormemente la amplísima gama de utilidades, servicios y posibilidades que ofrece internet en la actualidad.

1.2 TRANSFERENCIA DE ARCHIVOS

El internet es una red de siglas en las cuales se encuentra el FTP: File Transfer Protocol (protocolo de transferencia de archivos). Protocolo utilizado para transmitir archivos de una computadora a otra sin necesidad de convertirlos primero en archivo de texto. Los servidores que proporcionan un servicio de transferencia de archivos a menudo son llamados servidores de archivos.
Un protocolo para la transferencia de archivos o de protocolo de transferencia de archivos es una convención o una norma que controla o permite la transferencia de archivos entre dos computadoras.
Su objetivo únicamente es enviar la secuencia de bits almacenado como una sola unidad en un sistema de ficheros, además de todos los metadatos, como el nombre del archivo, el tamaño del archivo, fecha y hora.


1.2.2 TIPOS DE TRANSFERENCIA DE ARCHIVOS
Hay 2 tipos de transferencias de archivos:
·         Transferencia de archivos "Pull-based": El receptor inicia una solicitud de transmisión de ficheros.

·         Transferencia de archivos "Push-based": El emisor inicia una solicitud de transmisión de ficheros.

1.3 CORREO ELECTRÓNICO

Desde los remotos tiempos de Pony Express, el hombre ha tratado de agilizar el envío de mensajes de punta a punta del globo con los más diversos inventos e iniciativas. Esta carrera por mejorar los sistemas postales tocó techo con el advenimiento del  correo electrónico, el avance que echó abajo entonces la distancia física.
El envío del primer e-mail, realizado en 1969 entre el profesor de computación de la universidad de UCLA Leonard Kleinrock y un compañero de Stanford abrió las puertas a un nuevo escenario en el cual nuestros contactos, donde quiera que se encuentren, están en un clic de distancia.
Como añadido a esta nueva  y velocísima manera de contactar con otras personas, existe la posibilidad de adjuntar a nuestros mensajes de texto archivos de todo tipo desde simples fotografías a archivos de audio, video o aplicaciones informáticas.

1.3.1 BREVE HISTORIA DEL CORREO ELECTRÓNICO
Si bien en el episodio de 1969 mencionado en el encabezado se considera el primer apunte de lo que el correo electrónico iba a suponer, no es hasta dos años después, en 1971, cuando el sistema de e-mail (electronic mail) empieza a cobrar la forma con la cual lo conocemos en la actualidad.

A Ray Tomlinson, un ingeniero de la empresa BBN (Bolt Beranek and Newman, se le debe la característica arroba @ que contienen todas las direcciones de correo, y que sirve para determinar el remitente de un mensaje.
Poco tiempo después, el sistema disfruto de una gran aceptación entre las cúpulas del poder mundial, y está documentado el empleo del mismo por parte de los dirigentes estadounidense Jimmy Carter o el que fuera su mano derecha Walter Mondale.
En esta primera etapa los mensajes electrónicos eran de pago, y el importe de envío ascendía a cuatro dólares. El acceso a esta tecnología por parte del  resto de estratos sociales se iniciará algo más tarde, concretamente en 1983, año en que el colegio estadounidense de Colby (Maine) ofrece a todos sus alumnos una cuenta de correo propia.
La gran eclosión de internet a mediados de la década de 1990 fue el acontecimiento que acabo por aproximar el servicio de correo por toda la población del planeta, convirtiéndose de ahí en adelante, y en muy poco tiempo, en un método de comunicación de uso tan frecuente como el teléfono. No en vano, en el 2000 se llegaron a contabilizar más de 500 millones de suscripciones a servidores de correo electrónico.

1.3.2 LOS SERVIDORES DE CORREO
Originalmente, el sistema para el envío y recepción de correo electrónico se proyectó bajo el supuesto de que los terminales informáticos encargados de esta tarea serían grandes computadoras conectadas ininterrumpidamente a la Red y, para tal efecto, en el año 1980 nació el protocolo SMTP (Simple Mail Transfer Protocol).
Pero la aparición de quipos domésticos, los cuales accedían a Internet de forma ocasional, forzó el replanteamiento de esta tecnología, creándose en el año 1984 el protocolo POP (Post Office Protocol), que permitía la descarga de los mensajes del servidor en el disco duro del usuario.
 Así pues, de la colaboración entre SMTP y POP (concretamente su tercera versión, aparecida en 1994) surge el correo electrónico actual: a través de internet nos conectamos a nuestro servidor de correo y éste nos permite descargar el mismo en nuestro equipo.
En oposición a las cuentas POP, que descargan los mensajes electrónicos en nuestro disco duro antes de permitirnos la lectura de los mismos a través de un programa de gestión de correo como Outlook Express o Netcape Messenger, tenemos también a nuestra disposición el denominado Webmail.Este sistema, basado en el código HTML, nos permite acceder a una cuenta de correo a través de la ventana de un navegador, pues nuestros mensajes dependen de un servidor y, por lo tanto, son accesibles de cualquier lugar remoto.
El Webmail, que por lo general se ofrece de forma gratuita en portales web o en sitios específicos de servicios de correo electrónico, ofrece muchas de las prestaciones similares a aquellas de las que disponen los programas para cuentas POP3, tales como una agenda de contactos, la posibilidad de enviar mensajes a múltiples destinatarios o a la posición de crear carpetas que agilice la gestión de nuestro buzón.


 1.3.4 ESTRUCTURA DE LOS PROGRAMAS DE CORREO CONVENCIONALES
Los mensajes electrónicos están compuestos por dos partes diferenciadas: la cabecera y el cuerpo. En la primera se hallan contenidas todas las instrucciones que han de conducir el correo electrónico hasta su destino, es decir, la información referente al asunto del mismo, a su remitente, a la fecha del envío y, naturalmente, la dirección electrónica de su destinatario.
El cuerpo, por su parte, incluye la información que el emisor envía al destinatario, es decir, el mensaje en sí. El sistema de correo electrónico nos permite también direccionar una copia del mensaje a otro destinatario o grupo de destinatarios mediante la casilla CC (con copia), así como efectuar esta misma operación pero sin que el destinatario o destinatarios principales tengan constancia de ello mediante la opción CCO (con copia oculta).

1.3.5 AÑADIR UN ARCHIVO ADJUNTO
Si bien hasta ahora hemos hablado del correo electrónico como un medio excelente para el intercambio de mensajes a través de la Red, también es capital la posibilidad de adjuntar a estos mensajes todo tipo de archivos, o lo que es lo mismo: realizar un attachment (archivo adjunto).
En los programas de correo para la gestión de cuentas POP3 suele bastar con arrastrar un archivo sobre el cuerpo del mensaje para incorporarlo al mismo, mientras que en los servicios  de webmail disponemos de un botón en la pantalla de envío para la selección de estos añadidos.
Sea cual sea el método, ha de tenerse en cuenta que cuanto mayor sea el tamaño del attachment más tardara en transmitirse al servidor el mensaje de correr el riesgo de que la cuenta de destino no lo acepte por exceder su capacidad máxima.
Por lo que respecta a los archivos adjuntos que llegan a nuestra bandeja de entrada, hemos de tener mucho cuidado antes de descargarlos a nuestro disco duro, pues esta es una de las principales vías de proliferación de virus a través de internet.

1.3.6 EL TEMIBLE SPAM: CORREO NO DESEADO
De la misma manera en que a menudo nuestro buzón convencional aparece saturado de todo tipo de material publicitario, las cuentas de correo electrónico también son el blanco de todo tipo de compañías interesadas en darse a conocer.
En ocasiones el usuario se interesa en darse por la oferta de una de estas firmas y pide que se le remita información al respecto, pero son más las veces en que, a través de distintos métodos, estas compañías se hacen con nuestra dirección de correo y envían a ella una serie de mensajes no solicitados.
Estos mensajes no deseados reciben en el argot de internet el apelativo de spam y, si bien existen leyes que amparan al usuario para evitar la proliferación masiva de estos molestos envíos, representan una amenaza continúa a la integridad de nuestras cuentas de correo (especialmente a las de tipo webmail, por saturar en ocasiones su capacidad de almacenamiento causando el bloqueo de las mismas).


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